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Aquis contestó:

—Yo sé que eres un buen hombre, como un ángel de Dios, pero los generales filisteos insisten que no debes acompañarlos en la batalla. 10 Mañana temprano, tú y tus hombres deben regresar a la ciudad que te di, y no hagas caso de lo que los generales digan de ti. Tú eres un buen hombre, así que devuélvete tan pronto amanezca.

11 A la mañana siguiente, David y sus hombres partieron rumbo al territorio filisteo, mientras los filisteos avanzaban hacia Jezrel.

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